nos presentamos:

Sol de Invierno es un fanzine cultural con el que queremos demostrar que no toda la juventud es un producto social pegado a una pantalla. sabemos de artes, de poesía, de política...

Que sabemos vivir... Bien, mal,eso no importa.

viernes, 29 de abril de 2011

Eh tú, si tú, ¿Quién eres? ¿Eres tú? ¿O eres lo que quieren que seas?
¿Estás seguro de que eres tú?
¿Piensas lo que de verdad sale de tu interior o lo que te han enseñado a pensar?
¿Haces lo que quieres hacer o lo que al resto de personas les gusta que hagas?
¿Qué eres exactamente? ¿Una persona independiente o un conjunto de todas las ideas que tu familia amigos y entorno te han insertado dentro?
¿Eres tú o eres tus amigos, tus padres, tus ídolos, tus héroes, tus escritores, tus directores?
¿Qué eres tú en esencia? a lo largo de tu vida han ido insertando en tu mente vacía ideas que has aceptado sin planteártelas siquiera, han ido creando tu pensamiento a gusto de quien te enseñó todo. Eres lo que te han enseñado a ser.
¿Que eres entonces tú en esencia? ¿Nada? ¿De verdad no hay nada detrás de todas esas capas que te han ido poniendo?
Piensa si hay algo en ti que haya salido de ti mismo, y se sincero contigo mismo ¿lo hay? ¿Encuentras alguna idea en tu cabeza que tú mismo hayas creado?
¿Sabes lo que pienso? Que probablemente no la haya, que probablemente el 90% de la gente que por casualidad lea esto no sabe pensar por sí misma, ni siquiera sé si yo mismo sé.
Ponte a discutir con alguien sobre algún tema, argumenta, piensa, y replantéate si lo que le estas diciendo son tus argumentos o los estas copiando de otra parte. Si son tuyos, lo estás haciendo bien.
Discutiendo, debatiendo es fácil pensar por uno mismo, sacar ideas de ti mismo, de tu interior.
De esta forma expones tus ideas, las fortaleces, las enseñas a otra gente, les obligas a replantearse las suyas, a sacarles quizás de un error, y aprendes ideas nuevas, de esa gente, que hace replantearte las tuyas, eliminar las que quizás no habías podido darte cuenta de que eran erróneas, te quedas con lo bueno y eliminas lo malo, no solo eso, te obligan a expandir tu mente, a desarrollar nuevas ideas y pensamientos.
Replantéatelo todo, replantéate tus ideas, las de los demás, todo lo que te digan, todo lo que ya sepas, todo lo que intenten enseñarte, todo el mundo, todas las formas de hacer las cosas, replantéatelo, y encontraras tu esencia, tu`` yo´´ verdadero, el que está bajo todas esas capas.
Piensa por ti mismo y te encontrarás a ti mismo.

Hawayan Mel

Sol de Invierno

miércoles, 27 de abril de 2011

¿Qué ocurre si mezclas un plátano con un canario?

Que si piensas que esa absurda pregunta es una idiotez, deberías dejar de leer.


Justo ahora.


Yo podría escribir un libro sobre esa pregunta. Y si, es un talento inútil, pero es un talento. Unos ven la tele, visten caro o juegan al fútbol.
Otros (idiotas) prefieren no hacerlo, por lo que sea, por llevar la contraria a los principios que nos han impuesto desde pequeños, o porque saben aprovechar su vida sentados en un sofá, a la sombra y sin cansarse demasiado. Hay una diferencia abismal entre los primeros y los segundos:


Los primeros… Son felices dejándose llevar, no haciendo el pleno uso de su razón. No pensando como si nadie nunca les hubiera enseñado a hacerlo. Ellos irán donde les digan las masas, cueste lo que cueste. Ellos sufrirán abusos en sus estudios y sus trabajos para acabar sin conocerse a si mismos, para acabar con unas ganas increíbles de ser una fotocopia mas, parte del grupo. Supongo que a todo ser humano le gusta sentirse parte de algo. Eso los convierte en idiotas? No lo creo… eso les convierte en normales.


Y no, por lo general no es un término positivo.Y lo peor es que es una lacra que les afectará toda su vida a no ser que algo o alguien les abra la mente.






En una de las infinitas luchas por entenderme a mi mismo, la buena fortuna volvió a sorprenderme. Aprendí a pensar en plátanos y canarios, y a disfrutar preguntándome si son las teclas quienes me impulsan a escribir esto, si las lentejas que devoro tienen sentimientos. Aprendí a disfrutar del viento o la lluvia. ¿Cuánto pagaría un ser de un planeta en el que no existan las tormentas, una experiencia como esa? Aprendí a valerme de mi propio entendimiento, aunque apenas abarque algunos talentos inútiles. Aprendí a escuchar, a las personas, o el verdadero sentido de la música. Aprendí a sacar provecho de la tristeza… aprendí incluso a dibujar lo que dictaba mi cerebro. Aprendí a ser yo, a ser todo lo libre que pueda, dentro y fuera de mi cerebro. Aprendí a ser feliz con NADA.


¿a que sabe el color verde?


Atrévete a preguntártelo. Deja de pensar que las prioridades que te vienen dadas son lo más importante. Si no quieres estudiar, no estudies, y en el examen dedícate a escuchar el sonido de los bolígrafos arañando el papel. (si nunca lo habeis hecho, os lo recomiendo, es toda una experiencia… te sientes libre. De toda presión social) Después de el suspenso, quizás quieras estudiar.
Aprende a escuchar, la naturaleza puede darte un nombre en cualquier momento. Llevas alguien maravilloso dentro, no dejes que nada le impida nunca darse a florecer.






Mohican


Sol de Invierno

martes, 26 de abril de 2011

limones verdes

aunque no podamos vivir todos en un mundo idóneo para todos, si podemos pensar que lo sea.
Todo está lleno de papeles con derecho, libertades,ventajas,ayudas...lo unico que se puede hacer es ver...oir... y callar.Por eso amo el delirio, esa cualidad que tenemos capaz de conseguir abstraernos y pensar con mayor claridad.
Es algo que se tiene muy poco en cuenta, o se tacha de absurdo e irracional
cuando es de las pocas cosas que quedan libres en estas sociedades, la capacidad de soñar, de imaginar, de volar...¿Qué tal si ´´deliramos`` un ratito todos los dias, si fuese un ejercicio mental?. La gente no estaria manejada y pensando todo el rato en el coche, o en las facturas.El mundo no estaria absorto en lleguar al final, en intentar alcanzar la meta, que al fin y al cabo es la muerte.Nadie moriria de hambre... porque nadie sufriria de indigestion. No estariamos clavados frente a un televisor intentando encontrar algo gracioso o producente, sino que estariamos conociendonos a nosotros mismos, charlando con nuestro yo interno, aprendiendo de uno mismo, ya que da igual caerse mil veces contra el suelo si aprendes que debes apartar la piedra, en vez de que te digan cómo apartarla.
Pero eso es muy dificil,que se le va a hacer, este es solo otro de mis delirios matutinos, otra conversacion intima y fructifera conmigo mismo.

lunes, 25 de abril de 2011

Tiempo,amor y agua.

Olvidado pero latente surgió de entre las cenizas del pasado fulgurando como un ascua prendida en mi corazón.
Pensé que despues de que su tacto de agua salada,rocío y olor a acebo me volviese a abandonar todo iría remitiendo,pero ahora me doy cuenta de lo miserable que llega a ser la soledad.
Junto al tiempo que te tortura con su incesante repiqueteo y su liviana y perpetua ligereza,atan el alma de pies y manos y pudren de amor el corazón.
Desmesuradamente todo se aglutina con el hilo fino de la cordura pero,llegado el momento,este cede y todo termina por sobrepasarte.
Abres la puerta y salés a la calle.
LLegas a un parque hundido y quejumbroso,deseoso quizas de un poco de compañia.
Te tumbas en la hierba.
Llueve.
Cantas.
En la distancia...canta
Cantais.
Cantas.
Canto.

Soy aquel que canta bajo la lluvia.


Álvaro Hernández Millán.

25/4/2011

A.R.L.S

lunes, 11 de abril de 2011

-Cierro los ojos…. Vacío absoluto. La niebla me envuelve, me abruma, me estremezco. Trato sin éxito de reconocer mi cuerpo, de saludar al miedo, de encontrar la verdad, pero todo parece haber perdido el sentido de repente.
Desesperadamente, busco mi alma. Dando traspiés, al fin, consigo encontrarla, mis piernas tiemblan, todo mi universo se retuerce entre violentos escalofríos, hacen que me sienta confundida, extraviada, perdida. Pendiente de un hilo.
Somos yo y la inmensidad
A tientas, en silencio, pido ayuda, libertad, consuelo, apoyo, odio, amor, rabia, frustración, condena, consternación, tristeza, alegría; algo. Algo, por insignificante que sea. Algo a lo que poder aferrarme. Para poder seguir. Seguir.
Sálvame. Te necesito.
Quiero mi luz, perdida en esta oscuridad que me consume. Caigo en un agujero de tinieblas, aun más hondo. Caigo irremediablemente.
Escucho como el silencio despierta, mi alrededor se condensa en un sinfín de ruidos que parecen tomar parte de una sinfonía diabólica, compuesta cuidadosamente con porciones de miedo, terror e impotencia.
Mi impotencia; querer salir del profundo caos mental que experimento, y la angustia de no poder conseguirlo.





Lisboa...



Arco-iris.
Te quiero.

L.P.M.

domingo, 10 de abril de 2011

-Oh Mery, hay que ver que cagada más bonita llevas hoy.
-Claro!! me la regaló ayer mi marido por nuestro aniversario, me quiere tanto… ¿ a que huele bien?
-Mmmmm así es como debe oler el cielo, no puedo esperar más, necesito mi propia MIERDA!! Pero…como podría conseguir una?
-Muy fácil!! Solo tienes que enviar unos cuantos de esos papelajos que llevas en la cartera al apartado de correos 42190 y te llegará a casa sin ningún tipo de gasto de envío.
-¿Así de fácil?
-Así de fácil!!! Vamos!!¿ A qué esperas? Déjate manipular por esta fantástica sociedad de consumo y pídelo YA!!!
-Estupendo!!! Nunca había necesitado una boñiga hasta ahora, pero soy tan sumamente imbécil que ahora no puedo vivir sin ella!!
-Biiiieeeen!! Ahora eres uno de los nuestros!! Siéntete cómoda y a gusto perteneciendo a la gran masa, y deja ya de ser uno de esos extraños que todavía no tienen una gran mierda en su casa.
Cosas, cosas, cosas, meteros un montón de cosas por el puñetero y maloliente agujero por el que se os escapa toda la inteligencia, no lo pienses dos veces, si no tienes cosas no eres feliz!! Si no compras cosas no eres feliz, vamos malditos infelices acaparadores de nada, ha llegado lo que tanto habíais estado esperando. Mierda tratada y moldeada envuelta en precioso papel de regalo. Estiércol fabricado y almacenado especialmente para ti ¡!! Acércate ahora a tu habitual suministrador de zurruños solidificados y cómpralo!! No puedes dejar pasar esta ocasión, hoy y solo hoy mojones mañaneros a mitad de precio!!! Compra, compra, compra, consume y verás cómo te sentirás mejor, gasta tu dinero, nosotros seguiremos expulsando defecaciones por nuestro gigantesco ano, para así cumplir con las necesidades de nuestros adorados e imbéciles clientes, ya que lo que usted necesita es nuestra nueva y mejorada MIERDA!! Cacas de todos los colores y tamaños, para toda la familia. Anímate, compártelas con los tuyos y obtén horas de diversión ilimitada!! Nadie te quiere? No tienes amigos ni familia? No importa ¡!! Compra nuestra mierda especialmente tratada, no te defraudará ¡!!
MIERDA es un producto de CAPITALISMO S.A. advertimos que se trata de una puta mierda, pero da igual, porque usted es tan jodidamente tonto que la va a comprar de todas formas.

Hawayan Mel

lunes, 4 de abril de 2011

Por quien doblan las campanas

-¡Fuego!-
Tres de las cuatro pistolas dispararon aquellas balas que acabaron con los sueños de libertad de un grupo de jóvenes republicanos.
-¡Soldado¡ ¡Fuego!-
Su dedo temblaba al acariciar el frío acero del gatillo que anunciaba una muerte esperada. Era nuevo en esa situación. No podía hacerlo. Demasiados recuerdos venían a su mente y sentía como si fuera a traicionarlos a todos.
El no estaba allí por gusto, solo por supervivencia, quizás por cobardía.
En ese momento, en el que su dedo cada vez oprimía más esa pequeña pestaña hacia la muerte, el recuerdo de su difunto abuelo rondó su cabeza. Se acordó de su infancia junto a él, de su generosidad, de su pundonor y valentía. Pudo recuperar esos consejos tan sabios, que en ese instante comenzaban a bullir en su cabeza. No debía venderse a nadie, ni defender lo indefendible. No tenía por qué obedecer al opresor ni creer al mentiroso. Su única obligación era vivir por y para su corazón, sus ideales. Aquello que merecía la pena conservar, mecer en la cuna de la memoria.
Pero entonces algo estalló en su cabeza y todo cambió, decidió hacerlo. Agarró con decisión esa vieja y oxidada herramienta del demonio.
-¡Dispare de una vez!, solo es un grupo de sucios rojos.-
No había vuelta atrás, apretó los dientes y cerro aquellos ojos empapados en lágrimas que ya habían sido testigos de bastantes caras de pánico y dolor.
Accionó el gatillo y todos sus recuerdos salieron de su mente acompañados por aquella bala que le había hecho libre. Su abuelo no tendría que esperarle más.


Iván Martínez García


Sol de Invierno

domingo, 3 de abril de 2011

Colecciono Moscas

Colecciono Moscas


Pero no estoy loco. Lo aseguro, no estoy loco, conozco muy bien la mirada que estáis poniendo, me sé de memoria el alzamiento de cejas, luego los murmuros y las risas, que parecen puestas justo en la esquina de la realidad, para que me de cuenta de ellas sólo de refilón. No me importa lo que penséis. Yo colecciono moscas, vosotros coleccionáis partidos, borracheras, libros, canciones, ideas, orgasmos, fantasías. Yo colecciono moscas, cada cual a su afición, y la mía no es sencilla.
No, tiene su miga. Habrán ustedes hecho ésto de niños, y si no, habrán visto a un compinche suyo haciéndolo, o por lo menos intentándolo, pues es tarea que requiere maña y buenos reflejos. Me estoy refiriendo, claro, a atar una mosca, algo en lo que todo el mundo ha pensado. La primera vez que yo lo hice fue a los siete años, entre el alegre zumbido verde del jardín, producido a coro por todos los insectos, las abejas en las flores, algún mosquito que otro, y claro está, multitud de moscas. Fue una experiencia que me cambió la vida, me pareció sencillamente mágico, primero atrapar a la mosca con la mano, ser más rápido que ella era ya un auténtico duelo del Oeste para mí, y el candente sol de verano remataba la escena. La adrenalina coagulada en la eternidad en la que nos miramos a la cara, y entonces, zas, yo había sido más rápido, y ella estaba en mi mano.
El sentir una mosca zumbando dentro del puño de uno es uno de los pequeños placeres de la vida, notar sus frágiles patitas rozando con tu piel, sentir sus intentos de escapar, de salir de la trampa. Es una sensación muy pequeña, muy sutil, pero aún hoy, después de casi treinta años, se me eriza el vello del espinazo siempre que lo hago.
El siguiente paso es también importante, y la primera vez no lo conseguí, el abrir ligeramente la mano para poder atar un hilo a una de las patas sólo con la mano que queda es todo un arte, tardé mucho en conseguir ésto, hasta el punto de que no pude dominarlo del todo hasta que tuve catorce. Ah, pero mereció la pena. ¡Qué maravilla! Ver a la mosca (porque entonces no era “una” mosca, sino que era “la” mosca, “mi” mosca) volando delante de mí, conectada con mi mano por el hilo que hacía las veces de correa. Era curioso, la mosca podía volar, podía ir donde quisiera, pero dentro de los límites que yo le marcaba. Aquí el placer estaba en los tironcitos de cuerda que daba en los límites de esa esfera posible que pasaba a ser su mundo. Me encantaba recoger hilo poco a poco hasta que sólo podía dar pequeños saltos frustrados a pocos centímetros de mi piel, o soltar varios metros y sonreír cuando no podía más y aterrizaba por el peso del hilo.
Me duraban bastante, las alimentaba bien para que no se me murieran, y si lo hacían sólo tenía que atrapar otra, pues en el fondo todas eran la misma, todas eran atrapabadas, todas eran atadas, todas trataban de escapar.
Pero claro, no podía pasarme toda mi vida haciendo eso. Decidí, a los dieciocho años aproximadamente, empezar un catálogo. Ya en mi propio piso, lejos de las imposiciones del hogar familiar, compré una infinidad de vasos de plástico, y los agujereé convenientemente. Una de las habitaciones del piso la llamé “moscario” , y en dicha habitación, que tenía las paredes desnudas y una silla en el centro como único mueble, empecé a colocar las moscas. Las atrapaba, y las encerraba en los vasos, que pegaba por la boca a la pared. Las alimentaba con una jeringuilla por alguno de los agujeros. Esta siempre ha sido una provincia calurosa, y hay moscas todo el año si sabes dónde buscarlas. Así, poco a poco, mi colección iba ampliándose con más vasos pegados a la pared, hasta que ya no quedó más espacio y tuve que colocar algunas en el techo, o incluso en el suelo, pero siempre dejando libre el camino desde la puerta a mi silla.
Y así sigo el día de hoy. Piensen ustedes lo que quieran, ya se lo he dicho, a mi me da igual, porque ustedes tienen su vida y yo la mía y cada uno puede dedicarse a lo que quiera y a mi lo que más me gusta en este mundo es entrar en mi moscario, sentarme en mi vieja silla de madera y simplemente escuchar a los dípteros chocando contra el plástico, tratando de atravesar lo invisible y sin conseguirlo, me encanta sentir su zumbido dando vueltas una y otra vez, sus pequeños cuerpecillos sin poder salir.


W.J.W